Bicho eres un bicho se inspira en once meses de correspondencia entre las coreógrafas Filipa Francisco e Idoia Zabaleta en torno a su propio acto creativo que dio lugar, en el año 2009, a una performance y un libro.

Ambas pidieron a Mugaritz que hiciera el ejercicio de imaginar cómo sería el destilado de sus cuerpos, para después ofrecer una performance-banquete donde sería degustado. El espectador se bebía literalmente esa materialidad líquida de las dos mujeres, contenida en viales, en un intercambio antropofágico que supuso el debut del equipo de Mugaritz en el mundo de las artes escénicas.

Esta experiencia hizo que nos diésemos cuenta del potencial del lenguaje teatral en el mundo gastronómico y nos llevó a profundizar en la provocación como herramienta de interacción.