Lejos de constituir mundos separados, en Mugaritz la comida y la bebida son parte de un todo. Y en nuestra búsqueda incesante de experimentar con la sensorialidad, hemos diseñado un juego para jugar con aquellos que nos visitan, nuestro particular atlas. Un juego sensitivo para escoger la parte líquida a partir de asociaciones libres y correlaciones de atributos. Nosotros presentamos diferentes paisajes y el comensal decide en cuál se quiere sumergir y explorar.

Al comensal le presentamos siete paisajes, pero no se trata de paisajes ni naturales ni reconocibles, son más bien abstractos, invitándole a asomarse a todos ellos y que elija uno entre todos, en base a lo que le inspira o las emociones y sensaciones que le suscita.. Con el objetivo de cada cual explore su propia sensibilidad y sensorialidad a partir de asociaciones libres.